lunes, 22 de agosto de 2011

¿Quiénes fueron estos hombres sin letra?

Al ojo exterior parecía que el Alfarero Divino había escogido barro muy común, y así fue, del cual formó a Sus poderosos testigos y obreros. Si había algo extraordinario acerca de ellos, era visible a sus ojos omniscientes porque sólo El "conoce los corazones de los hombres". Y así fue, "por cuanto El los conocía a todos ,"  El escogió a campesinos de las villas, a hombres de la ciudad, y a pescadores del mar para ser sus discípulos. Mientras que la mayoría de ellos ganaban su vida con trabajos ordinarios, y eran evidentemente hombres respetados desde el punto de vista moral, con una religión moldeada ya en su carácter, no había nada en ellos que diera indicación  alguna de cualidades excepcionales o de un físico para un servicio remarcable que pudieran realizar. Pero todo el mundo llego a conocer el ejemplo y equipo de trabajo que Cristo hizo de ellos-doce de los hombres más fuertes, nobles , temerosos, y serviciales (exepto Judas Iscariote) quienes han sobresalido en la historia de la humanidad. La transformación de los doce no fue al menos, sino que fue uno de los milagros más grandes de Cristo.

Jesús entonces escogió a doce hombres sin fama para ser Sus apóstoles pues Su mente no estaba en el ministerio inmediato de ellos, sino en las cosas poderosas que ellos realizarían después de Su ascenso al cielo. Iban a certificar los hechos de la vida, la muerte, y la resurreción del Señor Jesucristo.

Como no hay hechos en la historia más irrefutable que aquellos relacionados con Cristo, y el establecimiento y expansión de Su iglesia, fue necesario tener testigos oculares cuyos testimonios serían completamente convencedores. A ellos se les concedieron "muchas pruebas indubitables" de la   muerte y resurección de su Lider, y esto era con el propósito de certidumbre y aseguranza del dinámico evangelio para el cual El los escogió  y los preparó para esta magna y gigantezca tarea.

La aplicación de todo esto para nuestros corazones es: No es lo que somos, al escuchar y responder al llamado de Cristo, sino lo que El nos puede hacer por la gracia y poder conforme caminemos con El. Cuando Jesús llamó a los primeros dicípulos les dijo,- "Sígueme, y hare de ti...." y realmente no hay cristianos que nacen ya cristianos, El lo hace. Los hombres hechos por sí solos por lo general no son hechos de buen material, y pueden ser empaquetados en un paquete muy pequeño. Pero aquellos que el Señor quiere y gana , son los que El  moldea en libros humanos para contar la historia de Su gracia y amor.

Estudio:3